El miércoles, Al-Azhar Al-Sharif instó a las naciones árabes e islámicas a boicotear todos los productos holandeses y suecos de cualquier tipo, "en apoyo del Sagrado Corán".
En un comunicado, Al-Azhar hizo un llamamiento para "adoptar una postura firme y unificada en apoyo del Libro de Dios, nuestro Sagrado Corán, el libro sagrado de los musulmanes, y una respuesta adecuada a los gobiernos de estos dos países debido a su insulto a 1.500 millones de musulmanes".
Al-Azhar rechazó "la protección por parte de los dos países de estos crímenes despreciables y bárbaros bajo una bandera que no es ni humana ni moral, a la que llaman libertad de expresión".
En el comunicado, subrayó "la necesidad de que las naciones árabes y musulmanas se comprometan con este boicot y conciencien a sus niños, jóvenes y mujeres".
También señaló que "cualquier reticencia o negligencia en este asunto es una falta explícita de apoyo a la religión que Dios ha elegido para ellos".
Al-Azhar añadió: "Estos desviados no se darán cuenta del valor de esta religión, de la que no saben nada, y están provocando a los musulmanes insultándola; no se darán cuenta de su valor hasta que se enfrenten a las consecuencias materiales, financieras y económicas, ya que éste es el único lenguaje que entienden".
El lunes, el líder del grupo extremista antiislamista Pegida Países Bajos, Edwin Wagensveld, quemó en La Haya un ejemplar del Sagrado Corán después de que fuera rasgado y profanado, unos 3 meses después de que fuera detenido mientras también lo quemaba.
El sábado, el líder del partido político danés de extrema derecha Línea Dura quemó un ejemplar del Corán cerca de la embajada turca en Estocolmo, la capital sueca, en medio de una fuerte protección policial que impidió que nadie se le acercara mientras cometía el acto.