El incidente, ocurrido en la provincia meridional de Asir, pone de relieve las dificultades que sigue habiendo para transportar con seguridad a los fieles a La Meca y Medina, las ciudades más sagradas del Islam.
Se produce durante la primera semana del Ramadán, una época de gran afluencia de peregrinos para la umrah, y sólo unos meses antes de que se espere que millones de musulmanes realicen la peregrinación anual del hajj.
"Según la información preliminar que hemos recibido ahora, el número de muertos en este accidente asciende a 20, y el número total de heridos es de aproximadamente 29", informó el canal Al-Ekhbariya, afiliado al Estado.
Dijo que las víctimas tenían "diferentes nacionalidades", pero no las mencionó ni proporcionó un desglose.
El canal dijo que el autobús tuvo "problemas con el coche", sin especificar, mientras que el periódico privado Okaz dijo que el accidente se produjo por un problema con los frenos.
El vehículo "chocó entonces contra un puente, volcó y se incendió".
Imágenes difundidas por Al-Ekhbariya mostraban a un reportero delante de lo que parecía ser el casco calcinado del autobús.
Transportar a los fieles por los lugares sagrados de Arabia Saudí es una tarea peligrosa, especialmente durante el hajj, cuando las carreteras pueden ser caóticas con autobuses que crean interminables atascos.
En octubre de 2019, unos 35 extranjeros murieron y otros cuatro resultaron heridos cuando un autobús chocó con otro vehículo pesado cerca de Medina.
Sin embargo, las peregrinaciones son un componente esencial de un floreciente sector turístico que los funcionarios saudíes esperan que ayude a diversificar la economía del reino lejos de los combustibles fósiles.