El Ministerio del Interior de Arabia Saudita anunció ayer que llevó a cabo la pena de muerte contra Ahmed Al Badr, quien pertenece a la minoría chiíta en el este del país, convirtiéndolo en el cuarto detenido en ser ejecutado en menos de 24 horas.
El ministerio explicó que Al Badr fue encontrado culpable de "comunicarse con un país enemigo, salir ilegalmente del reino y unirse a uno de los campamentos de ese país [para entrenamiento]". También se le encontró culpable de "recibir entrenamiento en armas y bombas, regresar al Reino y encubrir a aquellos que lo habían contrabandeado a él y a sus compañeros para recibir entrenamiento militar, poseer armas y contrabandear otras armas para implementar su plan terrorista de violar la seguridad del reino", según la misma fuente.
Los cargos son muy similares a los atribuidos a los tres jóvenes a quienes las autoridades sauditas ejecutaron el lunes.
La Organización Europea-Saudita de Derechos Humanos dijo que la ejecución de Al Badr eleva el número de ejecutados en el reino desde el comienzo de 2023 a 36.
Amnistía Internacional ha condenado recientemente la alta tasa de ejecuciones en Arabia Saudita. El número de ejecuciones en Arabia Saudita ha aumentado de 65 en 2021 a 196 en 2022.