El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha subrayado su apoyo al "statu quo" legal del recinto de la mezquita de Al Aqsa en Jerusalén en una reunión en la Casa Blanca con el rey Abdullah II de Jordania.
En un almuerzo privado con el rey y el príncipe heredero Hussein el jueves, Biden se refirió a las crecientes tensiones en torno al lugar -venerado tanto por musulmanes como por judíos en la Jerusalén oriental ocupada por Israel- y reafirmó "la necesidad crítica de preservar el statu quo histórico".
En virtud de un antiguo acuerdo, los no musulmanes pueden visitar el lugar a determinadas horas, pero no pueden rezar en él. Jordania fue reconocida como custodio del recinto, al que los judíos se refieren como el Monte del Templo.
En los últimos años, un número creciente de judíos, en su mayoría nacionalistas israelíes, han rezado de forma encubierta en el lugar, enfureciendo a los palestinos.
Eso a pesar de una restricción judía general a la oración judía en el complejo.
En enero, el ministro de Seguridad Nacional del nuevo gobierno de extrema derecha de Israel, Itamar Ben-Gvir, entró en el lugar, desatando un torrente de condenas internacionales, con los palestinos temerosos de cualquier cambio en el estatus a largo plazo de un lugar que consideran un símbolo nacional.
Jordania, que dirige el Departamento de Waqf -la autoridad exclusiva que supervisa los lugares sagrados de Jerusalén-, declaró el mes pasado que se había impedido al embajador jordano entrar en el lugar.
Biden reconoció el "papel crucial de Jordania como custodio de los lugares santos musulmanes de Jerusalén", según informó la Casa Blanca en un comunicado, y reafirmó la estrecha amistad entre Estados Unidos y el Reino Hachemí.
También reiteró su "firme apoyo a una solución de dos Estados" para el conflicto palestino-israelí y agradeció al rey Abdullah "el papel que él y Jordania desempeñan como fuerza de estabilidad en Oriente Medio".
Sin embargo, Biden no expresó ninguna crítica seria a la posición israelí, a pesar de lo que los observadores consideran las políticas cada vez más hostiles del nuevo gobierno de extrema derecha hacia los palestinos, y la creciente violencia en la Cisjordania ocupada.
En cambio, los medios de comunicación han afirmado que EE.UU. ha presionado a la Autoridad Palestina para que reprima a los grupos armados palestinos, haciendo poco hincapié en las incursiones militares israelíes, que han causado la muerte de al menos 200 palestinos en el último año.
Biden también habló por teléfono el jueves con el primer ministro iraquí, Mohammed Shia al-Sudani, "para reafirmar el compromiso de EE.UU. con Irak", dijo la Casa Blanca.
Biden elogió los "esfuerzos de al-Sudani para fortalecer la soberanía y la independencia de Irak" y expresó su apoyo a la "agenda económica del país y a los planes para garantizar que la economía iraquí está dando resultados para el pueblo iraquí".
Biden y al-Sudani subrayaron su compromiso de impedir que el ISIL (ISIS) pueda "amenazar al pueblo iraquí o la seguridad regional e internacional".
El rey Abdullah también reiteró "el apoyo de Jordania a Irak, incluso a través de proyectos conjuntos de infraestructuras estratégicas".