El Primer Circuito de Terrorismo del Tribunal Penal de Seguridad del Estado de Egipto condenó ayer a un hombre a morir en la horca y a otros 11 a cadena perpetua, a tres acusados a 15 años de prisión y a otros tres a diez años por diversos cargos de terrorismo que se remontan a 2017.
Cuatro acusados fueron absueltos en el caso.
La fiscalía acusó al primer acusado de asumir el liderazgo de un grupo terrorista entre 2015 y 2019, poner en peligro la paz social, obstruir la administración gubernamental, destruir bienes públicos, planear el secuestro de vehículos policiales y matar a personal policial, así como de poseer armas de fuego.
Los demás fueron acusados de "unirse a un grupo terrorista, intentar matar a agentes y personal policial, destruir bienes públicos y poseer armas de fuego".
Los acusados vivían en el popular barrio de Al-Omraniya, en la gobernación de Guiza.
El Frente Egipcio para los Derechos Humanos ha dicho recientemente en su informe anual que había supervisado un aumento en la emisión de sentencias de muerte por los tribunales penales civiles que alcanzó 538 sentencias de muerte en 2022, en comparación con 403 sentencias en 2021 y 295 sentencias en 2020.
Los grupos de derechos humanos han advertido en repetidas ocasiones de que Egipto utiliza acusaciones de terrorismo contra disidentes y figuras de la oposición a los que desea silenciar, y muchos de ellos son condenados en juicios que no son justos y en los que no se les reconoce el derecho a la defensa.