Un tribunal egipcio ha desestimado una demanda presentada por residentes de la isla de Warraq en la que exigían que el gobierno egipcio les indemnizara por la expropiación de sus tierras.
En la demanda, el abogado de las familias, Ghanem Salih Ghanem, argumentaba que la decisión del gobierno egipcio de expropiar las propiedades sin la debida indemnización ni negociar con los residentes es contraria a la legislación egipcia, informa Al-Araby Al-Jadeed.
La isla, que conecta con la capital, El Cairo, por ferry y alberga a unas 100.000 personas, ha sido el centro de un asalto continuo por parte del gobierno, que ha destinado el terreno a la reurbanización.
Durante el verano de 2017, la policía llegó una madrugada, comenzó a demoler casas y disparó gases lacrimógenos contra los residentes que se habían reunido para impedirlo. Varios fueron detenidos.
En total, se demolieron 700 edificios, una persona murió y 19 resultaron heridas.
Las autoridades egipcias justificaron la medida diciendo que las casas eran ilegales, que los residentes ocupaban ilegalmente terrenos estatales y que no había saneamiento adecuado.
Los residentes afirman que tienen documentos que prueban que las casas les pertenecen, pero que se han quedado sin hogar.
Continúan las protestas y los enfrentamientos entre los residentes y las fuerzas de seguridad. El verano pasado, los residentes fueron detenidos y posteriormente puestos en libertad mientras seguían resistiéndose a los planes de expulsión.
Han desarrollado varias formas de resistirse al gobierno, entre ellas bloquear el puerto de transbordadores para que no puedan entrar los equipos de construcción y celebrar manifestaciones semanales.
En 2022, el gobierno anunció un plan multimillonario para transformar la isla con rascacielos, helipuertos y puertos deportivos.