Human Rights Watch ha acusado al gobierno egipcio de no proteger a los refugiados y solicitantes de asilo vulnerables de las violaciones y agresiones sexuales.
Entre 2016 y 2022, el organismo de vigilancia de los derechos humanos documentó 11 casos de violencia sexual contra refugiados sudaneses y yemeníes, uno de los cuales era un niño.
En Egipto, los refugiados viven en los barrios más pobres, donde hay un mayor índice de delincuencia, y a menudo son el blanco de los ataques porque son, o son percibidos como, más vulnerables.
De las mujeres con las que habló HRW, seis dijeron que habían sido violadas, cuatro dijeron que habían sido agredidas y una dijo que su hija de 11 años había sido violada y que había quedado embarazada.
Cuando intentaron denunciar la violación, tres dijeron que la policía se negó a registrarla, tres tuvieron demasiado miedo para ir a la policía y una fue acosada sexualmente por el policía con el que intentó hablar.
Las mujeres afirmaron haber sufrido secuelas físicas tras la violación y, sin embargo, no fueron remitidas a los servicios sanitarios.
La cuestión de la violencia sexual en Egipto ha sido un gran problema en los últimos años, ya que cada vez más mujeres denuncian las agresiones y los defensores de los derechos humanos se preguntan por qué el gobierno hace muy poco para llevar a los autores ante la justicia.
La semana pasada, la ONG de derechos de la mujer Igualdad Ya publicó un informe sobre cómo la inadecuada justicia para las mujeres y las niñas y la falta de medidas disuasorias para los agresores han aumentado la violencia contra las mujeres, también en Egipto.
Por ejemplo, Egipto permite una pena menor para los hombres que matan a sus esposas al descubrirlas en un acto de adulterio que para otras formas de asesinato, pero si una mujer mata a su marido, se le impone la pena completa.
Las mujeres víctimas de la violencia doméstica no están protegidas porque el abuso doméstico y la violación conyugal no están explícitamente tipificados como delito en la legislación egipcia.
Según Human Rights Watch, la violencia sexual y de género es un problema generalizado para los refugiados en el país, y ACNUR afirma que en 2021 proporcionó servicios de respuesta a la violencia de género a más de 2.300 refugiados registrados.
En octubre de 2019 se denunciaron al ACNUR 85 violaciones, otras 30 agresiones sexuales, 18 agresiones físicas y seis casos de abuso psicológico.
Ese mismo año, la mayoría de los supervivientes de violaciones eran de nacionalidad africana. Los refugiados, solicitantes de asilo y migrantes negros han denunciado acoso y violencia racista por parte de la policía egipcia.