Prevalece una atmósfera de cooperación en las conversaciones nucleares con Irán, según el jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, que viajó a Teherán el viernes tras el descubrimiento de uranio altamente enriquecido en la República Islámica, mientras se mantenían conversaciones con Irán sobre dos conjuntos de cuestiones importantes, incluido el sector científico, y había "gran expectación" sobre el proceso.
Rafael Grossi inició el viernes en Teherán unas reuniones que, según los diplomáticos, pretenden presionar a Irán para que coopere con una investigación del OIEA sobre restos de uranio encontrados en emplazamientos no declarados y que habían sido enriquecidos cerca del grado para armas nucleares.
"En términos globales, hay dos tipos de cuestiones que son importantes. Evidentemente, hay grandes expectativas sobre nuestro trabajo conjunto para avanzar en las cuestiones en las que Irán y la agencia están trabajando, y para aclarar y aportar garantías creíbles sobre el programa nuclear iraní", declaró Grossi a la prensa en Teherán.
"El segundo conjunto de cuestiones, que son muy importantes, tiene que ver con la cooperación científica y técnica que mantenemos y seguiremos manteniendo con Irán", dijo, hablando junto a Mohammad Eslami, jefe de la Organización de Energía Atómica de Irán.
Grossi dijo que las conversaciones se desarrollaban en un "ambiente de trabajo, honestidad y cooperación".
Su visita se produce en medio de los contactos con Teherán sobre el origen de las partículas de uranio enriquecidas hasta el 83,7% de pureza, muy cerca del umbral del 90% para la fabricación de armas, en su planta subterránea de enriquecimiento de Fordow, según un informe del organismo de control nuclear de la ONU al que tuvo acceso Reuters.
Eslami afirmó el miércoles que la República Islámica estaba enriqueciendo uranio hasta el 60% de pureza fisible.