El ex ejecutivo de Twitter, Ahmad Abouammo, se enfrenta a una pena de hasta 20 años de prisión si es declarado culpable de la acusación de haber divulgado datos protegidos de usuarios sobre cuentas críticas con Arabia Saudí, informa Bloomberg.
El fiscal adjunto de Estados Unidos, Colin Sampson, argumenta que Abouammo tenía la tarea de mantener una “lista de compras de usuarios de Twitter” que Bader Al-Asaker, un estrecho colaborador y “mano derecha” del príncipe heredero Mohammed bin Salman, quería vigilar debido al sentimiento antisaudí.
Ese delito habría abierto a los disidentes para que fueran secuestrados y torturados.
A cambio, Abouammo habría recibido 300.000 dólares y un reloj Hublot.
Bloomberg informa de que las organizaciones de derechos humanos citan que las acciones de Abouammo, condujeron directamente a los disidentes a “ser retenidos en prisiones secretas, sufriendo descargas eléctricas, privación del sueño, palizas y otras formas de tortura.
“A los fiscales se les mostró un correo electrónico de 2015 que Abouammo, envió a la exvicepresidenta de medios globales de Twitter, Katie Jacobs Stanton, y a su equipo, en el que afirmaba haber traído “a bordo a un nuevo líder del gobierno.”
“He construido una fuerte relación con el equipo de SAR el Príncipe Heredero Salman bin Abdulaziz Al Saud”, escribió Abouammo. “Estoy trabajando con el equipo de Su Majestad para un anuncio oficial para Twitter ahora”.
Abouammo y Stanton, que era su supervisor en ese momento, conocieron al príncipe mientras cenaban en la casa del multimillonario y miembro de la realeza saudí Al Waleed bin Talal Al Saud.
La promoción de la plataforma de medios sociales entre la realeza saudí formaba parte, al parecer, del trabajo de Abouammo, que consistía en encontrar a “los mejores creadores de contenidos del mundo” y “hacerlos triunfar”, dijo Stanton.
Sampson argumentó que Al-Asaker reclutó a Abouammo, un ciudadano estadounidense que domina el árabe, como “un operativo, un topo” para obtener las direcciones de correo electrónico, los números de teléfono, las direcciones IP y las fechas de nacimiento de los usuarios anónimos de Twitter que criticaban a Arabia Saudí y a la familia real.
Yoel Roth, jefe de seguridad e integridad de Twitter, dijo durante el juicio que Twitter ofrece un “espacio sólido” para que los activistas de derechos humanos se comuniquen de forma anónima y, comprometer la seguridad de este espacio en línea puede exponer a personas vulnerables.
Abouammo dejó Twitter en 2015 para trabajar en Amazon. Su abogado, Jerome Matthews, abrió el juicio el jueves argumentando que “las cosas no son siempre lo que parecen” y que “el contexto importa, mirar el cuadro completo importa.”
Los jueces han concedido a Abouammo la libertad bajo fianza en Seattle mientras sigue desarrollándose el resto de la vista. Se espera que dure unas dos semanas.
Abouammo se enfrenta a los cargos de actuar como agente extranjero ilegal en Estados Unidos y de obstrucción a la justicia, que conllevan una pena máxima de 20 años.