El Líbano comienza la repatriación “voluntaria” de refugiados sirios.

Cientos de refugiados sirios han abandonado la remota ciudad montañosa libanesa de Arsal en un convoy de camiones que se dirigían a la frontera norte el primer día de un controvertido plan de repatriación.

Las autoridades libanesas dicen que 751 refugiados sirios comenzaron a regresar a Siria el miércoles bajo un programa voluntario coordinado por la Seguridad General del Líbano, la agencia responsable de salvaguardar las fronteras del país.

Siria ha sido devastada por una guerra civil que comenzó en 2011 tras un levantamiento contra el presidente Bashar al-Assad. Gran parte del país permanece en ruinas, con centrales eléctricas, escuelas y servicios de agua devastados por el conflicto.

Zeina Khodr de Al Jazeera, que informa desde Arsal, dijo que los repatriados estaban siendo manejados por las autoridades libanesas sin la cooperación de las Naciones Unidas u otros grupos de derechos humanos.

"Hay mucha incertidumbre, la gente aquí dice que no sabe a qué están volviendo", dijo Khodr.

Los grupos de derechos han expresado su preocupación por el hecho de que el esquema pueda contener elementos de coerción y dar lugar a represalias.

Human Rights Watch (HRW), entre otros, ha documentado casos en los que los repatriados se enfrentaron a graves abusos de los derechos humanos y persecución a manos del gobierno sirio y las milicias afiliadas, incluida la tortura, las ejecuciones extrajudiciales y los secuestros.

La mayoría de los entrevistados por HRW también lucharon por sobrevivir y satisfacer sus necesidades básicas en Siria.

El presidente libanés Michel Aoun había anunciado a principios de este mes que Beirut pronto comenzaría a enviar refugiados sirios de vuelta a su país de origen "en lotes".

La investigadora de HRW Lebanon, Aja Majzoub, reaccionó al anuncio de Aoun en Twitter diciendo que "cualquier regreso forzado de refugiados a Siria equivaldría a un incumplimiento de las obligaciones de devolución del Líbano".

"Siria no es segura para las devoluciones", dijo. Los repatriados representan una pequeña fracción de la gran población de aproximadamente 1,5 millones de refugiados que permanecen en el Líbano.

Si bien cruzar la frontera hacia Siria ha sido antes impensable para la mayoría, una crisis financiera en el Líbano que ha hundido a cientos de miles de personas en la pobreza los ha dejado frente a una elección poco envidiable.

Omar al-Borraqi, uno de los repatriados que abandonaron Arsal el miércoles, dijo que después de nueve años en el Líbano, los factores emocionales y financieros habían jugado un papel en su decisión.

"Había tantas razones por las que no volvíamos", dijo mientras se sentaba en un camión preparándose para regresar a su ciudad natal cerca de Damasco. "Ahora Dios nos lo ha hecho más fácil".

Si bien la ONU sostiene que las condiciones en Siria no permiten el regreso a gran escala de los refugiados, los funcionarios libaneses dicen que la afluencia de refugiados le ha costado al país afectado por la crisis miles de millones de dólares y ha dañado aún más su infraestructura paralizada.

Los manifestantes de todo el Líbano han culpado a la clase política por llevar al país a la bancarrota a través de esquemas de malversación y lavado de dinero.

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