El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, ha pedido que se castigue a los autores de los envenenamientos de colegialas, mientras los ataques se extienden por todo el país.
En un discurso pronunciado el lunes al margen de una ceremonia anual de plantación de árboles, Jamenei dijo que los envenenamientos son un "crimen grave e intolerable" y que los autores deben enfrentarse al "castigo más severo" por unos incidentes que han sembrado el miedo entre los padres y en toda la sociedad iraní.
"Si hay personas que tienen algo que ver en esto -y las hay, sin duda, de algún modo-, las organizaciones responsables, incluidos los servicios de inteligencia y las fuerzas del orden, deben encontrar el origen de este crimen", afirmó.
Jamenei no ofreció ninguna pista sobre quién o qué grupos pueden estar detrás de los envenenamientos.
Poco después de los comentarios de Jamenei, el jefe del poder judicial iraní prometió que los tribunales actuarían con rapidez y sugirió que los responsables se enfrentarían a la pena de muerte.
"Basándonos en la definición que tiene la ley, los autores son sin duda culpables de 'corrupción en la tierra'", dijo Gholamhossein Mohseni Ejei, refiriéndose a una acusación formal que utiliza la judicatura iraní y que conlleva la pena de muerte.
El primer caso de alumnas con síntomas de envenenamiento se produjo en la ciudad de Qom, de gran importancia religiosa, a finales de noviembre, y decenas de niñas fueron trasladadas al hospital. Siguieron produciéndose muchos casos similares en escuelas primarias y secundarias de esa ciudad, antes de extenderse a la capital, Teherán, y al menos a otras dos ciudades a principios de marzo.
Los ataques aumentaron la semana pasada en todo Irán después de que el tema recibiera una creciente atención mediática dentro y fuera del país, y un funcionario de sanidad afirmó que los envenenamientos eran intentos deliberados de impedir que las niñas fueran a la escuela.
Las autoridades no han facilitado cifras, pero se ha informado de numerosos incidentes que probablemente afecten a varios miles de estudiantes.
Los incidentes tienen las mismas características y afectan sobre todo a alumnas que experimentan síntomas como dificultad para respirar, dolores de cabeza, náuseas, palpitaciones y entumecimiento de las extremidades. Algunas víctimas declararon sentir olores extraños, como a fruta podrida, perfumes fuertes u olor a quemado. La mayoría de los casos no han sido graves, pero muchos estudiantes han tenido que ser hospitalizados.
El Ministerio del Interior declaró la semana pasada que había encontrado "muestras sospechosas" en las escuelas y que los resultados de la investigación se anunciarían más adelante.
El conductor de un camión que transportaba productos químicos y que fue visto cerca de varias escuelas afectadas ha sido detenido, según informó la televisión estatal la semana pasada. Pero no se ha confirmado ninguna otra detención y las autoridades no han dado una explicación definitiva de los envenenamientos.
Los medios de comunicación locales informaron el domingo de la detención de Ali Pourtabatabaei, un periodista que cubría las noticias en Qom y que estaba haciendo un seguimiento de los atentados. Las autoridades no han hecho comentarios sobre su detención.
Los comentarios de Jamenei podrían poner fin a una amplia variedad de razones aducidas por algunos funcionarios, legisladores y medios de comunicación para explicar los envenenamientos, incluidas las especulaciones sobre una "histeria colectiva".
El líder supremo, sin embargo, no habló de si los envenenamientos se originaron dentro o fuera del país, algo que sí han comentado altos funcionarios.
El presidente Ebrahim Raisi ha culpado a una "conspiración" de los enemigos extranjeros de la República Islámica.
No ha nombrado a ningún país, pero Irán ha acusado regularmente a las potencias occidentales y a Israel de estar detrás de los disturbios dentro de sus fronteras, incluidos los meses de protestas que se extendieron por Irán el pasado septiembre tras la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, bajo custodia policial.