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El domingo 3 de julio de 2022, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, culpó a Marruecos de la tragedia de Melilla, que mató a casi una treintena de inmigrantes el 24 de junio.
En una entrevista con el diario El País, Sánchez dijo que el tema de la violación de derechos humanos en la tragedia de Melilla debe ser planteado en Rabat.
En respuesta a una pregunta sobre las imágenes de la tragedia, que dijo no haber visto durante su última intervención de este miércoles, Sánchez ha subrayado que “el Gobierno de Marruecos debería responder a esta pregunta” y ha añadido: “Tenemos que hablar de lo que estamos haciendo en España”.
Pero corrigió sus comentarios reconociendo “el esfuerzo que hace Marruecos, que sufre las presiones migratorias, por defender unas fronteras que no son las suyas, sino las de España”, hablando de la necesidad de mostrar “solidaridad” con Marruecos por parte de España y Europa.
El 24 de junio, 30 inmigrantes africanos murieron cuando unas 2.000 personas intentaron forzar la entrada al enclave de Melilla, administrado por España, en el norte de Marruecos.
Según AFP, imágenes publicadas horas después de la tragedia revelaron que se habían producido “atrocidades” con cuerpos esparcidos por el suelo.
La policía marroquí también usó la fuerza y las fuerzas de seguridad españolas lanzaron gases lacrimógenos contra los hombres que se aferraban a la valla, según Human Rights Watch.
Los enclaves de Melilla y Ceuta son las únicas fronteras terrestres de la UE con África.
Si bien el presidente del Gobierno consideró que Melilla es “el último episodio de una tragedia que comenzó hace mucho tiempo, a una distancia de varios kilómetros”, volvió a hablar de un ataque violento, con hombres “armados”, y un acto orquestado de “mafias”.
Hasta el momento se desconoce el número oficial de muertos por la tragedia. Las autoridades aseguran que hay “30” muertos, el mayor número de muertos jamás registrado en la frontera entre Marruecos y los dos enclaves.
Por su parte, el Consejo Nacional de Derechos Humanos de Marruecos (gubernamental) despachó hace unos días una comisión de investigación de los hechos.
El Consejo de Derechos Humanos dijo que su comité de reconocimiento “examinó un conjunto de fotos y videos que circulan, que incluyen información errónea y datos irreales sobre el transporte público masivo y lo que resultó de él”.
El intento colectivo de los inmigrantes de entrar en Melilla se produjo después de que Madrid y Rabat normalizaran sus relaciones diplomáticas tras una crisis que se prolongó durante casi un año y se centró en la posición de Madrid sobre el conflicto del Sáhara Occidental.