El presidente tunecino, Kais Saied, ha nombrado a Kamal Feki nuevo ministro del Interior, horas después de que Taoufik Charfeddine dimitiera del cargo en medio de la represión de destacadas figuras de la oposición.
Saied emitió dos decretos el viernes, el primero destituyendo a Charfeddine y el segundo nombrando a Feki, ex gobernador de Túnez, titular del Ministerio del Interior, según informó la Presidencia en un comunicado de prensa emitido por la noche.
Feki, uno de los más firmes partidarios de Saied, se negó a conceder un permiso de protesta a la coalición opositora Frente de Salvación, alegando que sus dirigentes estaban implicados en conspiraciones contra la seguridad del Estado. Sin embargo, el Ministerio del Interior les permitió manifestarse.
Antiguo abogado, Charfeddine fue una figura clave en la campaña electoral que impulsó al hasta entonces poco conocido Saied a la presidencia en 2019.
Se le consideraba uno de los funcionarios tunecinos más cercanos al presidente, pero en los últimos meses había aparecido con menos frecuencia en público.
En declaraciones a los periodistas en comentarios difundidos por los medios locales, Charfeddine se refirió a la muerte de su esposa el año pasado y a su necesidad de cuidar de sus hijos.
Saied ha asumido un control cada vez mayor sobre las fuerzas de seguridad desde julio de 2021, cuando destituyó al gobierno del ex primer ministro del país, Hichem Mechichi. Saied cerró el Parlamento y pasó a gobernar por decreto antes de redactar una nueva Constitución que aprobó el año pasado.
Charfeddine también había sido ministro del Interior con Mechichi, que lo destituyó en enero de 2021 al romperse las relaciones entre el presidente y el primer ministro. Saied volvió a nombrarlo tras destituir a Mechichi y hacerse con la mayoría de los poderes.
En las últimas semanas, las autoridades tunecinas han detenido a destacadas figuras de la oposición que acusan a Saied de golpista, acusándolas de conspirar contra la seguridad del Estado.
La policía también ha tomado medidas enérgicas contra los refugiados africanos que carecen de permiso de residencia, y los grupos de derechos humanos les acusan de detener a cientos de personas y de hacer la vista gorda ante los ataques racistas.
El mes pasado, Charfeddine estuvo al lado de Saied mientras Túnez se enfrentaba a una protesta internacional por una diatriba del presidente contra los refugiados ilegales del África subsahariana.
"No se trata de permitir que nadie en situación ilegal permanezca en Túnez", dijo el presidente en una de sus reuniones grabadas en vídeo con el ministro.
"No permitiré que se socaven las instituciones del Estado ni que se modifique la composición demográfica de Túnez".