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El príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman (MBS), ha tenido contacto regular con Saud al-Qahtani, el presunto cabecilla del complot para asesinar al periodista Jamal Khashoggi, dijo el jueves el Washington Post en un artículo de opinión.
Bin Salman envió al menos 11 mensajes a Qahtani, su consejero más cercano y la persona que supervisó al equipo que mató a Jamal Khashoggi, en las horas previas y posteriores a la muerte del periodista en octubre, según una evaluación altamente reservada de la CIA vista por el Wall Street Journal en diciembre de 2018.
El artículo de opinión, que cita a funcionarios no identificados de Estados Unidos y Arabia Saudí, dijo que MBS ha seguido buscando consejos de Qahtani y que Qahtani se ha reunido con miembros de alto rango de su agencia de cibercomandos.
El reino ha acusado a cinco individuos saudíes no identificados del asesinato de Khashoggi. Turquía emitió una orden de arresto para Qahtani en diciembre pasado y también fue añadido en una lista de sanciones de Estados Unidos.
“Qahtani tiene muchos archivos y expedientes. “La idea de que puedes tener una ruptura radical con él no es realista”, dijo a The Post un estadounidense que recientemente se reunió con MBS.
“A nivel nacional, [MBS] se siente muy seguro y bajo control. Mientras su base esté segura, siente que nada puede dañarlo”, dijo el estadounidense.
El Post continuó diciendo que recientemente ha surgido una nueva campaña en las redes sociales para desacreditar a Khashoggi al vincularlo con Qatar.
No se sabe si la agencia de cibercomando de Qahtani desempeñó un papel en la última campaña de medios sociales, pero los partidarios de MBS le dijeron al Post que eso los hacía sentir incómodos.
“No tengo idea de quién está detrás de esta nueva campaña, pero ciertamente no parece sensato”, dijo Ali Shihabi, director de la Fundación Arabia, respaldada por Arabia Saudí.
Khashoggi, colaborador de Middle East Eye y el Washington Post, fue asesinado por un equipo de sicarios saudíes el 2 de octubre, poco después de ingresar al consulado del reino.
Riad ha descrito el asesinato como una “operación canalla”, aunque la CIA ha llegado a la conclusión de que el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman, casi con toda seguridad autorizó la misión. El heredero de 33 años del trono saudí ha negado cualquier conocimiento del asesinato o su fallido encubrimiento.
El caso ha sacudido las relaciones entre Estados Unidos y Arabia Saudí, y los 100 senadores estadounidenses condenaron a MBS a finales de 2018, cuando aprobaron una resolución que decía que ordenó el asesinato.
A pesar de esto, el presidente Donald Trump ha apoyado a sus aliados saudíes a lo largo de la crisis, citando repetidamente la negación de Riad de la participación de MBS y prometiendo mantener los lazos fuertes de Washington con Riad.