Los medios oficiales en Siria dijeron, el lunes 4 de mayo de 2020, que Israel lanzó un ataque con misiles contra un centro de investigación y una base militar en la gobernación de Alepo en el norte de Siria, en el quinto ataque en dos semanas, contra presuntos objetivos iraníes. El régimen de Bashar al-Assad dijo que estaba evaluando las pérdidas del ataque.

El ejército afiliado al régimen de Assad dijo, en un comunicado, que Israel había atacado depósitos militares en el área de Al-Safira en la zona rural oriental de Alepo. La televisión estatal había indicado previamente que un centro de investigación había sido atacado, hablando de contrarrestar el ataque israelí.

Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos confirmó que “las explosiones sacudieron los sitios de las fuerzas del régimen y las milicias iraníes en las fábricas de defensa al este de Alepo”, según la agencia France-Presse.

El observatorio indicó que las redadas “atacaron a la Sucursal 247, las fábricas de defensa en Al-Safira” ubicadas al sureste de la ciudad de Alepo, y dijo que el ataque “resultó en la destrucción de depósitos de municiones, sin información sobre las pérdidas hasta el momento”.

El Observatorio también informó sobre otras incursiones contra el este de Siria y dijo: “Se escucharon tres explosiones violentas en Badiyat al-Mayadeen en la zona rural de Deir al-Zour, coincidiendo con el vuelo de aviones desconocidos, que probablemente sean israelíes, atacando a las ubicaciones de la proliferación de la milicia iraní, sin información sobre las pérdidas hasta ahora”.

Por su parte, Reuters citó a una fuente de inteligencia no identificada diciendo que Israel está intensificando sus incursiones en Siria, en un momento en que el interés global y regional, incluido Siria, está ocupado luchando contra el coronavirus.

Una portavoz del ejército israelí declinó hacer comentarios.

A su vez, fuentes de inteligencia occidentales dijeron que facciones armadas respaldadas por Irán han estado estacionadas en la gobernación de Alepo durante algún tiempo, y tienen bases y un centro de comando, en el contexto de una creciente presencia en áreas controladas por el gobierno en Siria.

El Centro de Estudios e Investigación Científica en Siria es una de las varias instalaciones sospechosas por fuentes de inteligencia occidentales y de oposición que Siria lo está utilizando para desarrollar armas químicas con la ayuda de investigadores iraníes. Las fuentes acusan al régimen de usar estas armas contra civiles en áreas bajo el control de los combatientes de la oposición.

Israel ha bombardeado previamente instalaciones de investigación militar que se cree que son un centro de armas químicas y biológicas, mientras que el gobierno de Assad no menciona atacar bases iraníes cuando anuncia los detalles de los ataques israelíes.

El ministro de Defensa israelí, Naftali Bennett, dijo a los medios israelíes la semana pasada que Israel intensificará su campaña contra Irán en Siria.

Naftali había indicado en febrero de 2020 en una entrevista con el Jerusalem Post que Israel “tiene como objetivo mantener a Irán alejado de Siria en los próximos 12 meses”.

Israel ha reconocido en los últimos años que ha llevado a cabo varias redadas dentro de Siria, desde 2011, ya que ve la existencia de Irán como una amenaza estratégica.