El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha tachado de "inhumanos" y "no islámicos" los objetivos políticos del principal candidato de la oposición respecto a los refugiados sirios, días antes de las históricas elecciones presidenciales.
En medio de los meses de campaña de los partidos que compiten en Turquía con vistas a las inminentes elecciones presidenciales que comenzarán mañana, una de las políticas clave promovidas por el candidato de la oposición Kemal Kilicdaroglu y su Partido Republicano del Pueblo (CHP) ha sido la promesa de deportar a los 3,5 millones de refugiados sirios que se encuentran actualmente en el país en un plazo de dos años.
En un acto de preguntas y respuestas celebrado esta semana en el complejo presidencial de la capital, Ankara, Erdogan calificó esos planes de "inhumanos e inmorales y, lo que es más importante, no islámicos". Y añadió: "Hay médicos, ingenieros y abogados entre los refugiados sirios que llegaron a Turquía. ¿Es razonable que los expulsemos?".
En ese mismo acto, el presidente subrayó su objetivo y el de su Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) de devolver gradualmente a los refugiados sirios a Siria por medios no forzosos y voluntarios. Como parte de ello, destacó la construcción por parte de su gobierno de 100.000 casas en el norte de Siria, controlado por los rebeldes, para atender a los retornados.
Erdogan también negó la afirmación de la oposición de que los estudiantes sirios habían recibido un trato preferente en las escuelas y universidades turcas.
A pesar del objetivo declarado del gobierno del AKP de animar gradualmente a los sirios a marcharse facilitando los medios para su regreso a Siria, grupos de derechos humanos e informes han acusado a Ankara de devolver por la fuerza a los refugiados al país mediante métodos como la detención por cargos falsos, la firma forzada de confesiones y acuerdos, y su deportación secreta al norte de Siria.
Muchos sirios y analistas, por tanto, temen que se produzca un fuerte aumento de la persecución de los refugiados sirios dentro de Turquía, independientemente de quién gane las elecciones.