El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha señalado que Ankara podría aceptar a Finlandia en la OTAN antes de tomar ninguna medida sobre el ingreso de su vecino nórdico, Suecia.

Erdogan hablaba pocos días después de que Ankara suspendiera las conversaciones de adhesión a la OTAN con ambos países tras una protesta en Estocolmo en la que un político de extrema derecha quemó un ejemplar del Corán.
"Podemos transmitir a Finlandia un mensaje diferente sobre su solicitud de ingreso en la OTAN y Suecia se escandalizaría al ver nuestro mensaje. Pero Finlandia no debe cometer el mismo error que Suecia", dijo Erdogan en un discurso televisado emitido el domingo.
Suecia y Finlandia solicitaron el año pasado su ingreso en la OTAN tras la invasión rusa de Ucrania.
Cada miembro de la alianza de 30 naciones debe aprobar su adhesión, y Turquía y Hungría son los únicos países que aún no lo han hecho. Se espera que el Parlamento húngaro apruebe ambas candidaturas en febrero.
La principal queja de Erdogan ha sido la negativa de Suecia a extraditar a decenas de personas a las que Ankara vincula con el proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y con un intento fallido de golpe de Estado en 2016.
Erdogan se enfrenta a unas elecciones en mayo y se ha atrincherado en torno a la pertenencia de Suecia a la OTAN mientras trata de animar a sus partidarios conservadores y nacionalistas.
El domingo, Erdogan reiteró su exigencia de que Suecia entregue a los presuntos sospechosos.
"Si queréis entrar en la OTAN, nos devolveréis a estos terroristas", dijo Erdogan.
El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, ha declarado que su país desea reanudar el diálogo de la OTAN con Turquía.