El presidente israelí, Isaac Herzog, entregó el domingo al veterano ex primer ministro, Benjamín Netanyahu, un mandato para formar el nuevo gobierno del país.
Esto allanó el camino para el regreso de Netanyahu al frente de lo que se espera que sea la administración más derechista de la historia del país.
Tras un periodo de bloqueo político sin precedentes que obligó a celebrar cinco elecciones en menos de cuatro años, los sondeos del 1 de noviembre dieron a Netanyahu y a sus aliados de extrema derecha una clara mayoría en el parlamento de 120 escaños.
"He decidido asignarle a usted, Benjamin Netanyahu, la tarea de formar gobierno", le dijo el Presidente Herzog en una ceremonia en Jerusalén.
Al aceptar el mandato, Netanyahu, de 73 años, prometió servir a todos los israelíes, "a los que nos han votado y a los que no, es mi responsabilidad".
El veterano derechista, que lucha contra las acusaciones de corrupción en los tribunales, tendrá al menos 28 días para construir una coalición con sus aliados: dos partidos judíos ultraortodoxos y una alianza de extrema derecha en ascenso llamada Sionismo Religioso.
Herzog señaló el juicio en curso de Netanyahu, diciendo: "No soy ajeno, por supuesto, al hecho de que hay un proceso judicial en curso contra el Sr. Netanyahu en el Tribunal de Distrito de Jerusalén, y no lo trivializo en absoluto".
Pero señaló que los precedentes recientes dejaban claro que Netanyahu podía ejercer como primer ministro mientras impugnaba las acusaciones.
Los próximos movimientos de Netanyahu serán analizados con detenimiento a medida que aumenta el malestar en algunos sectores sobre sus planes políticos y los objetivos de sus controvertidos socios de gobierno.
Se espera que el nuevo gobierno apruebe una amplia reforma judicial, una prioridad de la derecha israelí desde hace tiempo. Esto podría incluir la llamada "cláusula de anulación", que daría al Parlamento el derecho de anular al Tribunal Supremo cada vez que éste declare que una ley es ilegal.
El gobierno de Netanyahu también podría tomar el control total sobre el nombramiento de los jueces del tribunal supremo, función que actualmente desempeña un panel de legisladores, jueces en activo y abogados.
"Me resulta difícil exagerar el daño y el peligro" de las reformas propuestas, dijo Suzie Navot, profesora de derecho constitucional en el think tank Israel Democracy Institute.
Cuestiones muy delicadas.
Netanyahu puede solicitar una prórroga de dos semanas de su mandato inicial, pero se espera que anuncie un acuerdo de coalición con razonable rapidez, dada la amplia unidad ideológica dentro del gobierno entrante.
Itamar Ben-Gvir y Bezalel Smotrich, colíderes del bloque del Sionismo Religioso, han exigido públicamente el control de dos ministerios clave: seguridad pública y defensa.
Ben-Gvir, un incendiario conocido por su retórica antiárabe y sus llamamientos a que Israel se anexione toda Cisjordania, ha pedido en repetidas ocasiones que los servicios de seguridad empleen más fuerza para contrarrestar los disturbios palestinos.
La violencia se ha disparado entre Israel y los palestinos este año.
Los últimos meses han sido el periodo más mortífero de los últimos años en la Cisjordania ocupada por Israel, según Naciones Unidas, con incursiones casi diarias del ejército y un aumento de los enfrentamientos y ataques a las fuerzas israelíes.
Los anteriores mandatos de Netanyahu vieron cómo lo poco que quedaba del proceso de paz en Oriente Medio se derrumbaba en una oleada de expansión de los asentamientos israelíes en la Cisjordania ocupada.
Se dice que Herzog, cuyo papel es en gran medida simbólico, ha intentado convencer al primer ministro saliente, Yair Lapid, y a su ministro de Defensa, Benny Gantz, de que formen un gabinete de unidad con Netanyahu, para evitar que Ben-Gvir entre en el gobierno.
La presidencia negó públicamente las afirmaciones.
Pero Herzog dijo esta semana a Ben-Gvir que había recibido "preguntas de ciudadanos israelíes y líderes mundiales, preguntas muy delicadas sobre derechos humanos".
"Hay una cierta imagen de usted y de su partido que parece, y lo diré con toda honestidad, preocupante en muchos aspectos", añadió.