Las autoridades de ocupación israelíes decidieron confiscar 500 dunams (123,6 acres) de tierra de los pueblos de Jaba y Hizma, situados al noreste de la Jerusalén ocupada, para ampliar una carretera de circunvalación utilizada por los colonos.
Según un corresponsal de la agencia de noticias Wafa, las autoridades israelíes han informado a las dos aldeas de su plan de confiscar tierras para la principal carretera norte-sur de Cisjordania ocupada, utilizada por palestinos y colonos judíos, conocida como carretera 60.
El derecho internacional considera que Cisjordania y Jerusalén Este son territorio ocupado, y que todos los asentamientos y puestos avanzados allí son ilegales.
Además, Israel ha estado demoliendo el mes pasado estructuras de propiedad palestina, incluidas instalaciones comerciales y talleres cerca de la entrada a la ciudad de Hizma, con el pretexto de no tener permiso, para hacer sitio a la ampliación de la carretera.
Las Fuerzas de Ocupación cerraron la entrada a la ciudad, establecieron un puesto de control militar en la rotonda de Martyr Ariba, rodearon los establecimientos comerciales e impidieron a sus propietarios y residentes entrar en la zona hasta que finalizara el proceso de demolición.
El año pasado, las autoridades de ocupación demolieron unas 950 viviendas y establecimientos en Cisjordania y Jerusalén, 65 de los cuales se vieron obligados a demoler ellos mismos sus establecimientos. También emitió órdenes de demolición para otras 2.290 viviendas y establecimientos, según datos oficiales publicados por el Centro de Investigación de la Tierra.