Las fuerzas de ocupación israelíes han instalado una nueva ametralladora controlada por inteligencia artificial en un puesto de control de la ciudad ocupada de Cisjordania, Hebrón, para rastrear y disparar a los palestinos. Fabricada por la empresa israelí Smart Shooter, la pistola dispara granadas aturdidoras y balas con punta de esponja, y también es capaz de disparar gas lacrimógeno. Se está probando como parte de un plan piloto en el puesto de control de la calle Al-Shuhada.
Un portavoz del ejército de ocupación israelí dijo a Haaretz que está "examinando la posibilidad de utilizar sistemas controlados a distancia para el empleo de medidas aprobadas de dispersión de multitudes que no incluye el control a distancia de disparos reales".
Los palestinos de la Ciudad Vieja de Hebrón son acosados a diario por colonos ilegales y soldados de ocupación que pretenden obligarlos a abandonar sus hogares para establecer asentamientos ilegales sólo para judíos en la zona.
El activista palestino por la paz afincado en Hebrón, Issa Amro, expresó su gran preocupación por el riesgo de fracaso de la tecnología de IA.
"El sistema se colocó en el centro de una zona muy poblada, con cientos de personas que pasan por allí. Cualquier fallo de esta tecnología podría afectar a muchas personas", explicó a Haaretz.
"Lo veo como parte de la transición del control humano al tecnológico. Los palestinos nos hemos convertido en un objeto de entrenamiento de la alta industria tecnológica del ejército israelí, que no rinde cuentas de lo que hace".
Esta noticia llega después de que se descubriera que Google estaba proporcionando capacidades avanzadas de IA y aprendizaje automático al gobierno israelí a través de su polémico contrato "Proyecto Nimbus".
Según los expertos de la organización de derechos civiles digitales Access Now, el uso que hace Israel de la tecnología de vigilancia y reconocimiento facial parece ser uno de los más elaborados por un país que busca controlar a una población sometida.