Kuwait mantiene la prohibición de expedir visados a los trabajadores filipinos, en medio de un conflicto laboral entre ambos países que no se ha resuelto en las conversaciones.
Después de que las autoridades filipinas alegaran el incumplimiento de un acuerdo laboral alcanzado previamente con Kuwait, el país del Golfo suspendió a principios de este mes la expedición de todos los visados para trabajadores filipinos.
Según Kuwait, la prohibición se impuso en respuesta a las "prácticas erróneas" realizadas por la embajada de Filipinas en el país y a los presuntos delitos cometidos por algunos miembros de la comunidad filipina contra kuwaitíes.
Entre las infracciones denunciadas y enumeradas por la Autoridad Pública de Mano de Obra (PAM) de Kuwait figuraban los intentos de que las oficinas de contratación de mano de obra doméstica retiraran a los trabajadores domésticos filipinos de los hogares de los kuwaitíes con el pretexto de que sus contratos de trabajo habían finalizado, presionar a los empleadores para que renovaran los contratos con condiciones indeseables y eludir a los organismos competentes de Kuwait poniéndose en contacto directamente con los ciudadanos kuwaitíes y las oficinas de contratación para consultar asuntos con la embajada de Filipinas.
Además, la APM citó el "trato inadecuado" que recibían los ciudadanos kuwaitíes que se ponían en contacto con la embajada de Filipinas a petición de ésta, y también se acusó a la embajada de dar cobijo a trabajadores filipinos que infringían la ley de residencia de Kuwait o estaban registrados como ausentes.
Por su parte, Filipinas lleva años insistiendo en que sus trabajadores en la pequeña nación del Golfo sufren abusos y malos tratos, lo que ha obligado a Manila a exigir mayores derechos para sus ciudadanos.
En una declaración de la APM, el primer viceprimer ministro y ministro del Interior de Kuwait, Talal Al Khalid, afirmó que "la soberanía de Kuwait y la dignidad de su pueblo son una línea roja". El comunicado añadía que Kuwait está comprometido con los acuerdos internacionales firmados con Filipinas y con la renovación de los permisos de residencia válidos de los filipinos.
En las conversaciones de este mes, solicitadas por el gobierno filipino, Kuwait puso una serie de condiciones para resolver el conflicto, entre ellas que la embajada reconociera haber cometido violaciones e infringido las leyes kuwaitíes, y que se comprometiera oficialmente a no repetirlas en el futuro. Kuwait también solicitó que se notificara al gobierno filipino el reconocimiento y el compromiso, y que se publicaran en los medios de comunicación oficiales.
Según Kuwait, sólo entonces su Ministerio del Interior evaluaría la situación y haría un seguimiento del cumplimiento de las normas de seguridad por parte de la embajada durante al menos tres meses, antes de decidir lo que considera oportuno hacer.
La delegación filipina pidió 72 horas para consultar con su gobierno las condiciones establecidas por la parte kuwaití, que fueron rechazadas por Manila.
En consecuencia, Kuwait ha declarado que su decisión de suspender la expedición de todos los visados para filipinos se mantendrá "hasta nuevo aviso", y el viceprimer ministro primero, Al Khalid, ha dado instrucciones a la PAM para que se coordine con el Ministerio de Asuntos Exteriores a fin de alcanzar acuerdos con otros países para el suministro de trabajadores cualificados a Kuwait.