Las fuerzas de la región etíope de Tigray afirman que Eritrea ha lanzado una ofensiva a gran escala y que se están produciendo intensos combates en varias zonas a lo largo de la frontera, en lo que parece ser una escalada de la reanudación de los combates del mes pasado.
Los eritreos están luchando junto a las fuerzas federales etíopes, incluidas las unidades de comando, así como las milicias aliadas, dijo el martes Getachew Reda, portavoz del Frente de Liberación del Pueblo de Tigray (TPLF).
"Eritrea está desplegando todo su ejército, así como los reservistas. Nuestras fuerzas están defendiendo heroicamente sus posiciones", escribió Reda en Twitter.
No hubo comentarios inmediatos de las autoridades de Etiopía o Eritrea, que se encuentra al norte de Tigray.

Dos trabajadores humanitarios informaron de intensos combates a lo largo de la frontera, incluido el bombardeo de un campamento de desplazados, informó la agencia de noticias Reuters. No dijeron si las tropas eritreas estaban en el terreno en Tigray.
Un trabajador humanitario en la ciudad etíope de Adigrat, al norte del país, dijo a The Associated Press que las fuerzas eritreas estaban bombardeando las zonas circundantes.
El enviado especial de Estados Unidos para el Cuerno de África dijo que Estados Unidos estaba al tanto de que las tropas eritreas habían cruzado a la región etíope de Tigray.
"Hemos seguido el movimiento de las tropas eritreas a través de la frontera y lo condenamos", dijo Mike Hammer a los periodistas en una reunión informativa tras un viaje a Etiopía para ayudar a facilitar las conversaciones de paz dirigidas por la Unión Africana entre el gobierno etíope y las fuerzas de Tigray.
"Todos los actores extranjeros externos deben respetar la integridad territorial de Etiopía y evitar alimentar el conflicto", afirmó.
De confirmarse, la participación de las tropas eritreas supondría una escalada en un conflicto que se reavivó el mes pasado tras el fracaso de un alto el fuego vigente desde marzo.
Canadá y el Reino Unido emitieron la semana pasada avisos de viaje en los que pedían a sus ciudadanos en Eritrea que estuvieran atentos, después de que las autoridades de ese país llamaran a sus ciudadanos a presentarse para cumplir el servicio militar.
Se calcula que la guerra en Tigray ha matado a decenas de miles de personas y ha dejado a millones sin servicios básicos durante más de un año.

Expertos de Naciones Unidas afirmaron el lunes que hay motivos razonables para creer que el gobierno etíope ha cometido "crímenes de guerra y contra la humanidad" en la región de Tigray.
El representante permanente de Etiopía ante la ONU en Ginebra, Zenebe Kebede Korcho, dijo que las conclusiones de los expertos eran "contradictorias y parciales".
"No hay ni una sola prueba que demuestre que el gobierno de Etiopía utilizó la ayuda humanitaria como instrumento de guerra", declaró el enviado a la agencia de noticias AFP, calificando el informe de "burla" y "basura".
"Por lo tanto, no tenemos otra opción que rechazar este informe"
Las fuerzas eritreas lucharon del lado de las tropas federales etíopes en Tigray cuando estalló la guerra en noviembre de 2020. Las fuerzas eritreas fueron implicadas en algunas de las peores atrocidades cometidas en el conflicto, cargos que niegan. La guerra se reavivó en agosto tras una pausa en los combates a principios de año.
En el interior de Tigray, millones de habitantes siguen en gran medida aislados del mundo. Las comunicaciones y los servicios bancarios están cortados, y su restablecimiento ha sido una demanda clave en los esfuerzos de mediación.
La entrada de pleno derecho de Eritrea en la guerra de Tigray podría complicar potencialmente cualquier esfuerzo de paz entre los líderes de Tigray y el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, que enmendó los lazos con Eritrea tan pronto como subió al poder en 2018.
Pero ese acercamiento fue visto con recelo por las autoridades de Tigray, para quienes el presidente eritreo Isaias Afwerki sigue siendo un enemigo dos décadas después de que Etiopía y Eritrea libraran una sangrienta guerra fronteriza.