Los Emiratos Árabes Unidos esperaban que el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, diera el máximo cargo diplomático en América a Tom Barrack y lo nombrara secretario de Estado. El multimillonario estadounidense está siendo juzgado por hacer lobby en nombre del estado del Golfo. Ayer se revelaron ante el tribunal los detalles de que el hombre de 75 años actuaba supuestamente como agente no registrado para Abu Dhabi.
Se mostraron al jurado intercambios de texto de diciembre de 2016 en los que funcionarios de los EAU habrían dicho que Barrack sería un "gran enviado para nosotros". Las esperanzas de que el viejo amigo de Trump pudiera incluso convertirse en Secretario de Estado también se mencionaron durante el intercambio.
Los jurados han escuchado el testimonio de expertos sobre los EAU y han visto cientos de correos electrónicos y mensajes de texto intercambiados entre Barrack, funcionarios emiratíes y funcionarios de la campaña de Trump en el período previo a las elecciones presidenciales de 2016.
Barrack, confidente y asesor informal de Trump, está acusado de actuar como agente ilegal de los emiratíes, tratando de influir en la campaña y la administración de Trump y canalizando información secreta al estado del Golfo. Se ha declarado inocente de los cargos, que el abogado defensor de Barrack ha tachado de ridículos.
La última persona de alto perfil en testificar es Rex Tillerson. El ex director general de ExxonMobil tuvo una relación tensa con Trump y duró sólo unos meses como secretario de Estado de EE.UU. antes de ser despedido. En el interrogatorio, Tillerson dijo que no estaba al tanto de los detalles de lo que Trump escuchó de sus asesores externos en política exterior, incluidos Barrack y Jared Kushner, el yerno del entonces presidente que se dice que fue el arquitecto de los llamados "Acuerdos de Abraham".
Al hablar en el estrado, Tillerson reveló que estaba preocupado por el cambio de liderazgo en los Estados del Golfo, especialmente por el nombramiento de Mohammed Bin Salman como príncipe heredero de Arabia Saudí. Tillerson dijo que aconsejó a Trump no tener una reunión con Bin Salman en 2017.
Sobre la cuestión del bloqueo contra Qatar, Tillerson declaró que Kushner estaba entre los que pensaban que Qatar patrocinaba el terrorismo. El Departamento de Estado de EE.UU. finalmente "no encontró ninguna validez a las afirmaciones", explicó, y culpó a la intransigencia de Riad por el bloqueo.
Tillerson añadió que sus relaciones con Barrack fueron limitadas. No obstante, confirmó que Barrack le había llamado "en un par de ocasiones" para hablar de una posible embajada.
El caso continúa.