Los libaneses salen a la calle indignados por la crisis económica.

Agentes libaneses han disparado gases lacrimógenos contra cientos de personas, en su mayoría miembros retirados de las fuerzas de seguridad, que se habían congregado cerca de edificios gubernamentales en la capital para protestar por el deterioro de las condiciones económicas.

Multitudes se congregaron el miércoles en las calles del centro de Beirut portando la tricolor libanesa o banderas con los logotipos de las fuerzas de seguridad. La protesta fue convocada por soldados retirados y depositantes que han visto limitado el acceso a sus ahorros después de que los bancos locales impusieran controles informales de capital en medio de la crisis financiera del Líbano, la peor de la historia moderna del país.

Los manifestantes, que exigían mejoras salariales, lanzaron piedras contra los agentes que protegían la sede del gobierno e intentaron romper la valla en repetidas ocasiones.

Varias personas sufrieron problemas respiratorios por los gases lacrimógenos.

Los manifestantes estaban enfadados por el empeoramiento del valor de las pensiones estatales pagadas en la moneda local. La libra libanesa ha perdido más del 98% de su valor frente al dólar estadounidense desde 2019, y la situación se ha deteriorado en las últimas semanas.

La libra tocó un nuevo mínimo el martes, vendiéndose a más de 143.000 libras por dólar antes de registrar algunas ganancias. La tasa oficial es de 15.000 libras por dólar.

Zeina Khodr, de Al Jazeera, informó desde la protesta de que Líbano se encuentra en el cuarto año de una profunda crisis económica que, según los expertos, tiene su origen en décadas de corrupción y mala gestión por parte de una clase política que ha gobernado el país desde el final de la guerra civil de 1975-1990.

"Hay ira", afirmó Khodr.

"La gente cree que la élite política y empresarial no quiere resolver la crisis porque eso implicaría reformas económicas y estructurales y luchar contra la corrupción. Si la élite lo hace, perderá el control sobre el Estado y sus recursos, que lleva años explotando", añadió.

La crisis ha provocado el cierre de escuelas y ha dejado a las familias sin recursos para comprar alimentos y pagar el combustible u otras necesidades básicas, explicó Khodr. La electricidad subvencionada por el gobierno, mientras tanto, no está disponible en la mayoría de los casos.

"Nuestros hijos tienen hambre, tenemos hambre", dijo Mohamad el-Khateeb, de 59 años, que sirvió en el ejército durante 32 años.

"Dejamos el ejército sin nada. No hay sanidad, ni asistencia social, nuestros hijos no van a la escuela y los precios suben obscenamente. ¿Qué esperas?", añadió.

Patrick Mardini, director del Instituto Libanés de Estudios de Mercado, afirmó que "la principal razón de la devaluación de la moneda es la impresión masiva de libras libanesas que se está bombeando al sistema".

En declaraciones a Al Jazeera, Mardini explicó que "al principio de la crisis, teníamos unos cuatro billones de libras libanesas en circulación; hoy estamos en torno a los 70 billones".

Según Mardini, la situación se ve agravada por la falta de confianza en el Banco Central y en el sistema bancario en su conjunto.

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