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Teherán ha renunciado a su condición de eliminar a la Guardia Revolucionaria iraní de la lista de grupos terroristas de Estados Unidos, a cambio de aliviar las sanciones, en una medida que puede poner fin al estancamiento de las conversaciones para reactivar el acuerdo nuclear, según informa el sitio web británico Middle East Eye revelado el 20 de junio de 2022.
Según circula en círculos diplomáticos, la designación de organización terrorista a la Guardia Revolucionaria iraní es el último obstáculo que queda para volver a negociar el acuerdo, que muchos dicen es la única manera de evitar que Irán adquiera una bomba atómica.
Aunque las posibilidades de revivir el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA) parecen escasas, una fuente le dijo a Middle East Eye que, en una nueva propuesta, Irán renunció a su condición con respecto a la Guardia Revolucionaria iraní, pero a cambio exigió el levantamiento de las sanciones impuestas por Estados Unidos a la empresa de la sede de Khatam al-Anbiya, el brazo económico de la Guardia Revolucionaria Iraní y varias otras entidades.
Otra fuente le dijo a MEE que EE. UU. aún no había respondido a esta oferta, que se considera una solución de “compromiso”.
Sin embargo, declaraciones de funcionarios estadounidenses indican que Estados Unidos no apoya esta nueva propuesta.
El portavoz del Departamento de Estado de EE. UU., Ned Price, dijo el miércoles 15 de junio que “Teherán debería tomar la decisión de excluir problemas no relacionados con el JCPOA”.
“Nuestra opinión es que si Irán toma esta decisión política, podremos volver al JCPOA y apegarnos a él muy rápidamente”, dijo Price.
Un analista político iraní, que habló bajo condición de anonimato, dijo: “Parece que Estados Unidos está jugando con el tiempo, porque sabe que Irán tiene problemas económicos”.
El analista político dijo: “Será muy difícil para Irán renunciar a su condición de eliminar a la Guardia Revolucionaria iraní de la lista de organizaciones terroristas, porque eso dañaría a mi jefe y a toda la base que apoya a los militantes”.
Agregó: “La presión popular está aumentando sobre Raisi, y muchos en las redes sociales y los medios lo están atacando a él y a Ali Bagheri, el jefe de su equipo negociador, por su falta de habilidades de negociación”.
Continuó: “Es por eso que el gobierno iraní se encuentra en una posición difícil: si abandona sus condiciones, enfrentará la ira de los intransigentes, y si no vuelve al acuerdo nuclear, enfrentará la ira del pueblo”.