No fue posible predecir el segundo seísmo del 6 de febrero en Turquía según un geofísico francés.


No había forma de predecir el segundo terremoto que tuvo lugar el 6 de febrero en Turquía, según un eminente sismólogo y geofísico francés, refiriéndose a los dos grandes seísmos de principios de mes, informa la Agencia de Noticias Anadolu.

Xavier Le Pichon, de 85 años, profesor emérito del Colegio de Francia en París, declaró al canal de noticias Haberturk que, debido a sus características geológicas, Turquía es un país que debe estar preparado para muchos seísmos.

Destacó que Turquía tiene dos grandes fallas geológicas al norte y al este.

El primer seísmo, ocurrido hacia las 4 de la madrugada del 6 de febrero, de magnitud 7,7 en la falla de Anatolia Oriental, hizo que Anatolia se desplazara 4 metros hacia el oeste, lo que supone una deriva de 6 milímetros (un cuarto de pulgada) al año de media, explicó.

"Esto significa que necesitamos 500 años para reunir la energía necesaria para un movimiento de cuatro metros", dijo Le Pichon.

Refiriéndose a Pazarcik, en la provincia de Kahramanmaras, donde tuvo su epicentro el primer seísmo, explicó: "Un terremoto sacudió Pazarcik en 1513. Así que podemos decir que el terremoto que podría haber ocurrido 500 años más tarde, era de esperar".

Pero Le Pichon subrayó que el segundo seísmo fue totalmente diferente, y provocó un desplazamiento de 10 metros (casi 34 pies).

"Esta falla acumuló energía muy lentamente y, al parecer, la tensión del primer seísmo provocó el segundo", continuó. "El segundo seísmo fue totalmente imprevisible, era imposible predecir un segundo seísmo allí".

Sin embargo, Le Pichon cree que los habitantes de la falla de Anatolia Oriental pueden estar tranquilos ante la posibilidad de que se produzcan más seísmos a corto plazo.

"Aunque se produzcan pequeños temblores, ahora están a salvo para olvidar siglos. Pero no debemos hacerlo. Repetimos la historia y construimos casas en la misma zona y con malas estructuras", dijo.

Posible terremoto en Estambul.

Le Pichon, que ha estudiado a fondo la falla de Mármara, en el noroeste de Turquía, afirmó que Estambul está cerca de esta importante falla y que sus distintas regiones se verán afectadas de forma diferente por un seísmo.

Subrayó que los edificios deben construirse de acuerdo con las normas y reglamentos sísmicos.

"Espero un único seísmo de magnitud superior a 7,6 en Mármara", declaró, añadiendo que algunos de sus colegas esperan dos o tres seísmos.

Terremotos del 6 de febrero.

Los temblores de magnitud 7,7 y 7,6 del 6 de febrero se centraron en Kahramanmaras y sacudieron otras 10 provincias: Hatay, Gaziantep, Adiyaman, Malatya, Adana, Diyarbakir, Kilis, Osmaniye, Elazig y Sanliurfa. Más de 13 millones de personas se han visto afectadas por los devastadores seísmos.

Varios países de la región, entre ellos Siria y Líbano, también sintieron los temblores que se produjeron en menos de 10 horas.

Más de 41.000 personas murieron a causa de los seísmos consecutivos en Turquía, según las últimas cifras oficiales. Otros miles resultaron heridos.

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