Decenas de palestinos han protestado contra las amenazas de altos cargos políticos israelíes de llevar a cabo de forma inminente el desplazamiento forzoso de la aldea beduina palestina de Jan al Ahmar, en la periferia oriental de Jerusalén, donde viven al menos 180 personas.
La protesta tuvo lugar el lunes después de que el político de extrema derecha y ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, dijera que seguiría adelante con el desalojo forzoso de la aldea y surgieran planes de una visita al lugar de ministros de extrema derecha, entre ellos Ben-Gvir y Bezalel Smotrich.
Varios políticos del mayor partido del Parlamento israelí, el Likud, se reunieron finalmente cerca de la aldea antes de marcharse más tarde.
El sábado, Ben-Gvir declaró que el gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu "no impondrá a los judíos una norma jurídica y a los árabes otra" después de que las fuerzas israelíes desalojaran un asentamiento judío ilegal en el norte de Cisjordania ocupada.
Sin embargo, los palestinos han denunciado lo que consideran una falsa equivalencia entre Jan al Ahmar y los asentamientos israelíes, que son ilegales según el derecho internacional.
"Desde 1967, ha habido órdenes militares de demolición de viviendas, zonas militares cerradas y otras, y luego estas zonas se transforman en asentamientos ilegales y reservas naturales", dijo en la protesta del lunes Eid Jahalin, que se describió a sí mismo como portavoz de la aldea.
"Nuestro destino es permanecer en esta zona", argumentó Jahalin. "Quien piense que se trata sólo de Jan al Ahmar -hay demoliciones en el valle del Jordán, demoliciones en Masafer Yatta, en la ciudad de Jerusalén- es algo que ocurre constantemente en toda Palestina".
El destino de Jan al Ahmar ha captado la atención internacional por su batalla legal de años con las autoridades israelíes sobre su supervivencia.
En septiembre de 2018, el Tribunal Supremo israelí dio luz verde al traslado del pueblo, dejándolo abierto a ser demolido en cualquier momento, pero los planes de demolición se han pospuesto varias veces desde entonces.
El gobierno tiene hasta el 1 de febrero para explicar al Tribunal Supremo por qué la aldea no ha sido demolida todavía y presentar un plan.
El gobierno israelí afirmó que la aldea "se construyó sin permiso", pero las autoridades dificultan enormemente a los palestinos la obtención de permisos de construcción en la Jerusalén Oriental ocupada y en lo que se conoce como Área C, que abarca más del 60 por ciento de la Cisjordania ocupada. Los palestinos y las organizaciones de derechos humanos afirman que esta política forma parte de una estrategia israelí más amplia para reforzar y mantener una mayoría demográfica judía en la zona.
El traslado forzoso de personas protegidas en territorio ocupado está tipificado como crimen de guerra en el derecho internacional.
Amnistía Internacional ha calificado anteriormente los intentos de expulsar a los residentes de Jan al Ahmar de "no sólo despiadados y discriminatorios [sino también] ilegales."
"El traslado forzoso de la comunidad de Jan al Ahmar equivale a un crimen de guerra", afirmó Amnistía en 2018. "Israel debe poner fin a su política de destruir los hogares y medios de vida de los palestinos para dar paso a los asentamientos."
Jan al Ahmar se encuentra en Cisjordania, a pocos kilómetros de Jerusalén y entre dos grandes asentamientos ilegales israelíes, Maale Adumim y Kfar Adumim.
Se encuentra a lo largo de un corredor clave que se extiende hasta el valle del Jordán, donde Israel pretende ampliar y unir asentamientos, cortando de hecho Cisjordania en dos.
"Nuestro principal mensaje es para los dirigentes palestinos: Si se desaloja este pueblo, tendremos el norte de Cisjordania y el sur de Cisjordania", afirmó Jahalin. "Esta es la importancia de Jan al Ahmar."
En declaraciones a Al Yazira, Maarouf Rifai, asesor jurídico del Comité contra el Muro y los Asentamientos de la Autoridad Palestina (AP), afirmó que la AP no permitirá que se derribe la aldea.
"Es tierra palestina. Es tierra palestina privada", afirmó. "El gobierno israelí no tiene más excusa que desarrollar el plan del 'Gran Jerusalén' y unir los asentamientos que rodean Jerusalén Oriental para despejar esta zona de árabes palestinos. Estamos aquí para alzar la voz y decir que no permitiremos que esto ocurra."
Desde que comenzó su ocupación de Cisjordania en 1967, Israel ha desalojado y desplazado por la fuerza a comunidades enteras y demolido más de 50.000 viviendas y estructuras palestinas, según Amnistía Internacional.
Otra comunidad palestina -un conjunto de aldeas conocido como Masafer Yatta, donde viven más de 1.000 palestinos cerca de Hebrón, en el sur de Cisjordania- también se enfrenta a un inminente desplazamiento forzoso por parte del gobierno israelí.
El activista palestino Khairy Hanoun, que estaba en la protesta de Jan al Ahmar, dijo: "Hemos venido aquí para desafiar la decisión de Ben-Gvir y las decisiones de todo el gobierno de derechas."
"Hemos venido aquí para decirles: habéis demolido nuestros pueblos, habéis demolido nuestras ciudades y nuestros hogares, pero no demoleréis nuestra perseverancia", declaró a Al Yazira.
Utilizando el ejemplo de al-Araqib, un pueblo que fue demolido y reconstruido 211 veces, Hanoun dijo: "Si demoléis Jan al Ahmar, aunque la demoláis 100 veces, seguiremos reconstruyéndola."