Se han encontrado más de dos toneladas de uranio natural que el organismo de control nuclear de las Naciones Unidas había dado por desaparecidas en Libia, según las fuerzas del este del país, asolado por la guerra.
El general Khaled al-Mahjoub, jefe de la división de comunicaciones del comandante renegado Khalifa Haftar, declaró el jueves que los contenedores de uranio habían sido recuperados "a apenas 5 km [3 millas]" de donde habían sido almacenados en el sur de Libia.
Al-Mahjoub se refirió en su declaración al hallazgo de 10 barriles desaparecidos cerca de la frontera con Chad, aunque un vídeo separado emitido por su unidad de medios de comunicación mostraba a trabajadores contando 18 barriles recuperados.
"La situación está bajo control. Se ha informado al OIEA", declaró Mahjoub a la agencia de noticias AFP, en referencia al Organismo Internacional de la Energía Atómica.
Anteriormente, el organismo de control nuclear había dicho que unas 2,3 toneladas de uranio natural habían desaparecido de un emplazamiento en Libia que no estaba bajo control gubernamental, según informes de agencias de noticias.
El OIEA advirtió de que el uranio desaparecido presentaba "un riesgo radiológico, así como problemas de seguridad nuclear".
Se considera que el concentrado de mineral de uranio emite bajos niveles de radiactividad.
La sustancia se conoce comúnmente como "torta amarilla", un polvo compuesto en torno al 80% de óxido de uranio. Se utiliza en la preparación de combustible nuclear para reactores, y también puede enriquecerse para su uso en armas nucleares.
Los riesgos derivados de este material son "limitados pero no insignificantes", según un alto diplomático occidental.
"La desaparición de material nuclear es motivo de preocupación en materia de salvaguardias y seguridad nuclear, sobre todo teniendo en cuenta que el emplazamiento no está bajo el control de la autoridad reguladora de Libia", declaró la fuente.
Bajo el mandato del difunto líder Muamar Gadafi, Libia renunció en 2003 a sus programas de armas nucleares, químicas y biológicas tras mantener conversaciones secretas con Estados Unidos y el Reino Unido.
El gobierno de Gadafi había obtenido centrifugadoras que podían enriquecer uranio, así como información sobre el diseño de una bomba nuclear, aunque el país apenas avanzó hacia la creación de un arma nuclear.
Desde un levantamiento respaldado por la OTAN y la caída de Gadafi en 2011, el país se ha visto acosado por crisis políticas y milicias rivales, que han formado alianzas opuestas respaldadas por potencias extranjeras. El control político del país sigue dividido entre un gobierno nominalmente interino en la capital, Trípoli, en el oeste, y otro en el este respaldado por Haftar.
Los últimos grandes combates no terminaron hasta 2020 y la violencia esporádica continúa.