El poderoso clérigo iraquí Moqtada Al-Sadr pidió al poder judicial del país que disolviera el Parlamento a finales de la próxima semana, según dijo hoy en un comunicado, informó Reuters.
Los manifestantes reunidos por Al-Sadr y su Movimiento Sadrista derribaron las barreras de hormigón y entraron en la Zona Verde, que alberga departamentos gubernamentales y misiones extranjeras, antes de irrumpir en el Parlamento el mes pasado.
El Movimiento Sadr quedó en primer lugar en las elecciones de octubre como el mayor partido del parlamento, con alrededor de una cuarta parte de sus 329 miembros.
Los partidos alineados con Irán sufrieron grandes pérdidas en las urnas, con la excepción del ex primer ministro Nouri Al-Maliki, archienemigo de Al-Sadr.
Sin embargo, Al-Sadr no logró formar un gobierno libre de esos partidos, acosado por una oposición suficiente en el parlamento y por sentencias de los tribunales federales que le impidieron obtener su elección de presidente y primer ministro.
Retiró a sus legisladores del parlamento en las protestas y desde entonces ha utilizado a sus masas de seguidores chiítas, en su mayoría empobrecidos, para agitarse mediante protestas callejeras.
Al-Sadr sigue aprovechando la ola de oposición popular a sus rivales respaldados por Irán, diciendo que son corruptos y sirven a los intereses de Teherán, no de Bagdad.