Los grupos rebeldes rivales del noroeste de Siria reanudaron los fuertes enfrentamientos un día después de que una frágil tregua pusiera fin a cinco días de sangrientos combates en el último enclave de la oposición, dijeron ayer los residentes, según informó Reuters.
El principal grupo rebelde yihadista, Hayat Tahrir Al-Sham (HTS), catalogado como terrorista por Estados Unidos, Turkiye y otros, obligó el sábado a facciones del Ejército Nacional de la oposición, respaldado por Turkiye, a aceptar un acuerdo de paz que ampliaba su control.
Ambas partes intercambiaron acusaciones de haber renegado de las disposiciones del acuerdo mediado por Turkiye, que retira a los combatientes de Afrin y de otras ciudades a sus respectivos frentes y prepara el camino para una administración civil unificada.
Los intensos combates se produjeron cerca de un terreno escarpado en torno a la aldea de Kafr Jana, en el norte de Alepo, donde ambos bandos enviaron refuerzos. Los residentes temen que el grupo yihadista intente capturar la estratégica ciudad fronteriza de Azaz, centro administrativo del gobierno de la oposición respaldado por Turquía.
Un comandante de una facción de la corriente principal que se mantiene al margen, que pidió el anonimato, dijo a Reuters que el grupo yihadista se estaba acercando al principal paso fronterizo de Bab Al-Salamah con Turquía, al noroeste de Azaz.
Las luchas intestinas han debilitado a la oposición siria desde el inicio del levantamiento contra el presidente Bashar Al-Assad en 2011. Sus guerras territoriales han ayudado a Al-Assad y a sus aliados a recuperar un importante terreno.