Prefiere escuchar?
|
El viernes 10 de junio de 2022, el Tesoro turco anunció en un comunicado sus medidas para apoyar la economía turca, destacando que la lucha contra la inflación sigue siendo la prioridad más importante de su política macroeconómica.
En su comunicado, el ministerio dijo: “Combatir la inflación sigue siendo la prioridad más importante, y dentro de este marco se hace evidente la importancia de la coordinación entre las instituciones”.
Según el comunicado, el ministerio anunció que emitiría bonos locales vinculados a los ingresos de las empresas gubernamentales para fomentar el ahorro en libras.
El anuncio de estos pasos condujo a la volatilidad de las transacciones de la lira, que subió a 16,8 frente al dólar antes del anuncio, y luego cayó a 17,3 después del mismo. A las 08:00 GMT, la lira cotizaba a 17,21 tras el comunicado del Tesoro.
El Tesoro también agregó que el uso de la lira y los pasos para aumentar su atractivo continuarán sin perjuicio de las reglas del libre mercado.
Mientras que otras medidas incluyen reducir el vencimiento máximo de los préstamos de consumo que superan las 100.000 libras (5.814 dólares) de 24 meses a 12. La Autoridad de Supervisión Bancaria también tiene la intención de aliviar las restricciones sobre el acceso de los inversores extranjeros a la libra mediante instalaciones de intercambio de divisas.
La lira ha perdido un 23% desde principios de año, además de su caída del 44% el año pasado debido a una serie de recortes de tasas de interés llevados a cabo por el Banco Central, a pesar del aumento de la inflación.
El lunes 6 de junio, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo que su país seguirá recortando las tasas de interés, no aumentándolas, ante el aumento del costo de vida, restando importancia a la inflación de más del 70%, considerándola uno de los tantos problemas que aqueja a la economía.
Erdogan prometió impulsar la producción, las exportaciones y el empleo a través de su política poco convencional de bajas tasas de interés y nuevamente prometió un superávit en cuenta corriente que eventualmente estabilizaría la moneda y calmaría la inflación.
Erdogan también agregó que parte del problema (la inflación) es que algunos ciudadanos insisten en mantener sus ahorros en divisas, y la otra parte son insumos importados por el aumento de la producción, mientras que el presidente turco prometió subir los salarios de los empleados y jubilados para hacer frente al aumento de los precios mundiales.
La caída de la lira, la guerra en Ucrania y los fuertes aumentos en los precios de la energía empujaron el índice anual de precios al consumidor de Turquía a su nivel más alto desde 1998. La inflación comenzó a dispararse en el otoño del año pasado después de un ciclo de recortes de interés de 500 puntos básicos.