El comisario de antisemitismo de una gran ciudad alemana está lanzando una campaña contra un artista y fotógrafo judío por acusaciones de antisemitismo por criticar la actual ocupación israelí, amenazando su vida y su futuro profesional.
Stefan Hensel, primer comisario antisemita de Hamburgo, ha acusado a Adam Broomberg, fotógrafo judío criado en Sudáfrica y residente en Berlín, de ser una persona que "difama repetidamente a Israel como Estado de apartheid y aboga por el boicot contra Israel". El comisario también afirmó que el artista "parece odiar a Israel", y "no tiene reparos en legitimar el terror contra los judíos".
Tras haber sido nombrado para el cargo en julio de 2021 por un mandato de tres años después de haber sido presidente de la Sociedad Germano-Israelí de Hamburgo, Hensel condenó la participación de Broomberg en la campaña de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) contra los productos israelíes procedentes de los Territorios Palestinos Ocupados, que el comisario también tachó de "antisemita".
En una entrevista concedida a la revista de arte estadounidense Hyperallergic, Broomberg declaró que "para un comisario del antisemitismo, que su primer y más vehemente y poderoso ataque sea contra un judío y que ponga en peligro la vida y la profesión de un judío, es totalmente irónico". La campaña y los comentarios de Hensel, dijo el artista, tienen sus raíces en una "perspectiva extremadamente derechista y sionista, y racista".
Broomberg reveló que se produce en un momento en el que "acabo de enterrar a mi madre, que conoció el Holocausto, y vuelvo y me acusan de ser un odioso antisemita que aboga por el terrorismo contra los judíos". Insistió en que "no podría ser más judío; me ha afectado profundamente".
Tras la campaña dirigida contra él por el comisario, el artista ha sido objeto de mensajes negativos "sin parar" en las redes sociales, que le han hecho sentirse físicamente inseguro, sobre todo después de una serie de ataques racistas y vandalismo contra lugares de la exposición de arte Documenta 15 el año pasado.
Debido a que las organizaciones culturales y educativas en Alemania son en gran medida públicas y a que la oficina del comisario antisemitismo es un brazo del Estado alemán, Broomberg añadió que también teme por su carrera y su futuro. "Nunca conseguiría un trabajo como profesor ni podría trabajar como artista en una institución cultural porque, tal y como están las cosas, soy antisemita y terrorista", lamentó.
La supuesta cruzada de Hensel contra el artista judío y las opiniones tachadas de antisemitas se produce en un momento en que las autoridades alemanas han reprimido cada vez más las expresiones de defensa y activismo propalestino en los últimos años, prohibiendo con frecuencia las protestas contra la Ocupación de Israel.
Berlín también apoya firmemente y encarna la postura de la Unión Europea (UE) de que calificar a Israel de Estado de apartheid se define como antisemitismo, lo que lleva a las agencias de noticias alemanas a alinearse directamente con Israel en sus códigos de conducta y a despedir a periodistas o empleados que expresan sus opiniones contra la Ocupación de Tel Aviv.